Las causas de la desertificación y qué se puede hacer para combatirla
Los desiertos existen por naturaleza en climas secos y áridos. Una idea equivocada acerca de la desertificación es que se refiere a desiertos que se ensanchan de su centro. No es así. La desertificación ocurre más bien en la orilla de los desiertos o en cualquier tierra en climas secos o semisecos donde había vegetación.
Los desiertos más famosos del mundo son los siguientes:
Sin embargo, ninguno de estos es uno de los desiertos más grandes del planeta.
Dado que la definición de desierto es una zona con una precipitación anual inferior a 250mm, los desiertos más grandes de la Tierra son en realidad los desiertos polares, esto es, el Desierto Antártico y el Desierto Ártico, a pesar de que esas zonas tienen hielo y nieve.
La mayoría de las personas piensan en arena y en dunas cuando visualizan un desierto, pero no siempre es así. Un desierto puede ser rocoso o, como se ha señalado recién, gélido. Un desierto es sinónimo de tierra yerma (donde la vegetación es escasa o nula) y donde cae poca precipitación. Se trata a menudo de llanuras erosionadas por el viento, con superficies rugosas y pedregosas.
Las plantas y los animales que sobreviven en un desierto son capaces de soportar temperaturas extremas y subsistir períodos largos sin agua.
El crecimiento demográfico en el mundo ha ejercido presión en los recursos terrestres, al tiempo que la pobreza priva a las personas de invertir en la educación y en técnicas de desarrollo sostenible.
La desertificación es el resultado de la explotación de la tierra por los hombres, a saber:
Otras causas naturales de la desertificación son la sequía así como el cambio climático, que amenazan con aumentar la frecuencia de la sequía y con volver algunos climas más áridos (secos).
El ciclo de la desertificación es el siguiente:
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La desertificación en España
Las sequías pueden ser peligros lentos, de evolución progresiva, que sin embargo provocan los desastres naturales más devastadores.
Estos períodos de condiciones meteorológicas excepcionalmente secas pueden ocasionar daños medioambientales, económicos, sociales y políticos masivos, a saber:
La mayoría de los países no están preparados para las sequías por numerosas razones. La OMM y sus asociados continúan trabajando para modificar esto a través de un Programa de gestión integrada de sequías (en Inglés). Cuando se está preparado ante la posibilidad de una sequía, muchos de los problemas que surgen pueden aminorarse.
Prepararse ante las sequías significa que hay que diseñar estrategias de conservación del agua así como adoptar políticas nacionales sobre la sequía, a fin de asegurar las redes de seguridad, la gestión de riesgos y los planes que podrían ponerse en marcha en caso de una sequía.
¿Qué puedes hacer tú para conservar el agua?
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Tipos de sequía
Revertir el proceso de desertificación es posible aunque muy difícil. Como dice el refrán, “más vale prevenir que lamentar.”
A fin de detener y revertir el proceso de desertificación, podemos hacer lo siguiente:
La OMM apoya la recopilación, la investigación y el intercambio de información sobre la desertificación y la sequía. También investiga las causas y los efectos de la sequía y el cambio climático, a fin de suministrar alertas tempranas de sequías con el propósito de que se adopten medidas para atenuar sus efectos. Asimismo, la OMM coordina las actividades de los Miembros en materia de prevención de las sequías y les enseña formas de detener la desertificación provocada por las sequías.
Enlaces relacionados:
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (en inglés)
La lutte contre la désertification porte ses fruits - UNESCO